La abundancia no se atrae ni se hereda, no es algo que se vibra bien o mal, es una manifestación del reflejo, de todos los planos acordes entre sí, todos al unísono.
Se percibe de forma dual, como puertas abiertas o puertas cerradas.
Y como es un reflejo y todo existe en este 'sistema' de reflejos, si te cierras la puerta ¿qué crees que verás?
Si te cierras algunas puertas y abres otras, ¿qué crees que verás?
Si tu actitud es la de ver puertas cerradas, tendenciosas, terribles, tétricas y traicioneras, ¿qué crees que verás?
Si tu actitud es ver puertas que se abren y se cierran porque si, entonces las experiencias de tu vida las verás que ocurren porque si.
Si tu actitud es ver puertas que se abren y se cierran para que aprendas a abrirlas y cerrarlas cada vez mejor, entonces tus experiencias serán un desafío que querrás vivir, y lo harás cada vez mejor, y eso será tu energía, cada vez más recargada.
¿Y tú, qué haces?
¿Ves puertas abiertas, o cerradas?¿Las dejas abiertas, o cerradas?
¿Te cierran las puertas, o tú no las abres?
¿Te abren las puertas, o las abres tú?
Para abrir una puerta, primero has de aprender a cerrar otra. Esta acción, este proceso, te enseñará también a abrirlas, y pronto sabrás con solo verlas, que todo en esta vida son puertas, que siempre las hay, y que todas tienen la facultad de abrirse y cerrarse.
Si estás frente a una puerta que deseas cerrar, para abrir otra, ¿por qué te empeñas en esperar que alguien la cierre por ti?
Lo que sucede mientras abres y cierras, mientras decides qué y cómo hacerlo, mientras aprendes, mientras fallas y te pillas los dedos, es lo que te mantiene en equilibrio.
Cuidado de estar eternamente frente a una puerta abierta o cerrada.
Comentarios
Publicar un comentario