El futuro está en tus manos HOY

El futuro está en tus manos HOY

Escribo esto con mucho respeto y desde un planteo que me hago a mí misma últimamente.

Escucho lo mismo una y otra vez desde que tengo uso de razón, lo decían nuestros bisabuelos, nuestros abuelos, nuestros padres y ahora lo estamos diciendo nosotros:
"el mundo de mierda que le dejamos a nuestros hijos"; "esta casa y unos ahorros es la herencia de mis hijos"; "no va a quedar nada para mis hijos cuando yo muera"; "me da miedo lo que les está quedando a nuestros hijos"; "hay que irse, en este país de mierda no van a poder estudiar ni trabajar, y además es inseguro"; "somos el hazme reír de Europa/América"; "ustedes, los jóvenes, son el futuro, los que van a mejorar lo que nosotros hemos jodido"

Sin embargo, en mi vida paso por situaciones en las que a veces importa y a veces no cualquier herencia, quiero decir que es algo relativo. Dadas las circunstancias con las que me encuentre tengo que transitar mi camino, teniéndolas en cuenta sí o sí, y eso implica por mi parte un aprendizaje que voy a sacar de una situación, por huevos. Aunque le de muchas vueltas, lo que sucede ahora es lo que me toca vivir y con esas cartas tengo que jugar. 

Reflexionemos

¿De qué me sirve a mí una carrera, si estoy años en el mismo trabajo aguantando un ambiente pedorro, o un sueldo miserable porque tengo pánico de cambiar de empresa, si estoy convencida de que es mejor lo seguro, aunque sea una cagada... ¿todo porque no he cultivado mi auto confianza?

¿De qué me sirve haber heredado una casa y unos ahorros, si me los patino todos en algún vicio, o si no tengo vista para los negocios, o si juego al juego de 'Tener = Ser'?

¿De qué me sirve haber aprendido que mi país es una mierda, mudarme a otro y seguir quejándome de todo el sistema gubernamental de ese nuevo país, porque me mete la pata encima y no me deja prosperar?

¿De qué me sirve tener una carrera y un master, y morirme de la angustia durante una crisis económica y laboral porque no consigo trabajo de lo mío?

¿De qué me sirve tener una casa, una señora que viene a hacer la limpieza, quejarme de que la municipalidad no hace nada de bueno en la ciudad con mis impuestos, cuando soy una puta cerda que termina de comer un alfajor y tira el papel en el suelo...
Claro, es porque la municipalidad no pone tachos de basura en las calles. O no levanto la caca de mi perro porque me da asco.


¿De qué me sirve quejarme de lo corruptos que son nuestros gobernantes, si en la primera de cambio estoy pensando que para zafar de la multa tengo que tener algo para coimear al policía?

¿De qué me sirven los 1500 cursos y libros de espiritualidad, las clases de yoga, y las conversaciones trascendentales con alguien, o enseñarle a mis hijos a ser educados, cuando a la hora estoy usando el Facebook de libro de reclamaciones, diciendo por enésima vez que los del gobierno de turno son todos unos chorros, compartiendo memes y slogans repetidos hasta la saciedad, o peleándome a morir con un conocido o desconocido que me comentó un post y no me gustó lo que escribió?

¿De qué me sirve tener casa, elegir lo que como, poder comprarme ropa, poder salir a cenar afuera, pagarme el auto, y quejarme cada vez que puedo?

Sinceramente. ¿Alguien se dio cuenta de que no paramos de quejarnos todo el tiempo?
Puedo seguir toda la noche escribiendo "De qué me sirve".

La repetición no ayuda

Una gran parte de los que estamos vivos ahora y somos adultos, estamos descubriendo que lo único que realmente importa es lo que está sucediéndole a uno hoy. Uno Es lo que es Hoy, porque todo se mueve constantemente, el pasado no se vive y el futuro lo creamos con cada respiro. ¿Que lo estamos aprendiendo a los porrazos?, puede ser... pero también lo repetimos como un slogan, e incluso pretendemos darle cátedra a cuanto desvalido encontremos, sobre esto que creemos saber de taquito.

Entonces ¿por qué seguimos repitiendo la misma temática de "qué le vamos a dejar a nuestros hijos" cuando ellos, al igual que nosotros, se van a encontrar con su propia época, jugando con sus propias cartas, cuando la herencia real que van a tener es todo lo que asimilen como personas, los 80 millones de patrones y condicionantes que les dejemos, sumado a lo que ellos aprendan solitos? 


No creo que podamos ahorrarles el momento en el que tengan que empezar a entender esto tan difícil de vivir en el presente, pero al menos no seamos hipócritas. Tal vez sería mejor entender de una vez que el futuro lo tenemos todos en nuestras manos HOY, no mañana.
Tal vez sería mejor ser sinceros y explicarles que la verdad es que no sabemos un carajo de nada, y que ellos tampoco van a saber cuando sean adultos. Tenemos que confesarles que creemos entender de política, de economía, de religión y de medicina, porque somos todos excelentes Licenciados de Opinología y eternos Aprendices de Creatividad. Incentivarlos a que entiendan que lo que verdaderamente cuenta como punto de partida de su futuro, es lo que ahora mismo están viviendo, que es al recontra pedo quejarse todo el tiempo, porque la queja es una expresión y nada más; si quiere cambiar algo, más le vale entender la mano que le vino en la partida de cartas hoy, y que solo a partir de ahí puede saber por donde tirar.

Lo que cuenta es entender, y no de cabeza, qué es 'tener respeto por uno mismo y por lo que a uno le rodea'. Sí importa lo que uno hace. Sí importa lo que uno repite mentalmente. Sí tiene un efecto repetir como un loro los slogans publicitarios que te vende la prensa. Sí importa no cagar donde se come y se habita, porque lo que nuestros hijos hagan para beneficiarse hoy, sin tener en cuenta si eso puede perjudicar a otros sí importa, porque se van a morir disfrutando su beneficio (o no), pero van a ser sus hijos los que van a pagar el pato; y después, ellos van a ser tan listos como nosotros, y se van a juntar con otros listos a repetir "Ay! que mundo de mierda les estamos dejando a nuestros hijos".

Cambiemos el mensaje

Si estamos empezando a darnos cuenta de que desde nuestro presente podemos movernos de una manera u otra, y que un cambio siempre es interno, y no externo: ¿por qué les estamos dando a entender, que lo que interesa es lo que les va a quedar de herencia?

Hagamos de cuenta que nuestras acciones y pensamientos son como un servicio de delivery infalible: Tarde o temprano, nos va a traer lo que pedimos. 

Comentarios